
Graniza tristeza
en el cielo de los niños,
de los ancianos y los pobres.
Granizan lágrimas
por la sequedad de la justicia
que abandona a los que no pagan
la alegría casquivana y postiza.
Granizan pesares
de los que duermen en cama dura,
comen en platos rotos y sucios,
aman en instantes solitarios
y no entienden que la vida sea
solo para ricos.
Granizan lágrimas de tristeza
que dejan pesares entre
los que apenas tienen quienes
miren por ellos, quienes supliquen
en voz queda por su suerte,
quienes griten socorro aunque
encuentren sólo orejas cerradas.
Graniza tristeza
en el cielo de los necesitados
donde son ahogados con duras espaldas.
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